Deja la puerta abierta
Afuera estaba haciendo frío, no era normal que en pleno mes de abril, descendiera la temperatura, pero a eso no le importó a Eduardo, que apresuroso se dirigió al sillón de la sala para calentarse cerca de la chimenea, solo se oia el silvar del aire chocando con los árboles del bosque y esa luz de luna que entraba por la ventana.
De pronto, alguien tocó a su puerta.
Asustado, dirigió su mirada hacia la puerta y murmuró
-¿Quién puede ser a esta hora de la noche? Ya pasa de las 12am y estoy a 20 kilómetros de distancia de la ciudad más próxima.
Nuevamente se oyó la puerta sonar algo fuerte.
Una ráfaga de viento frío rompió el cristal de la ventana y apagó el fuego de la chimenea, no sabía que hacer, toda la sala estaba fría, y enfrente, alguien seguía llamando a la puerta, como pudo, tapó con la cortina el hueco de la ventana rápidamente. Todo el cuerpo le temblaba, no sabía si era por el frío del aire o por la incertidumbre de no saber quien era el que llamaba a su puerta. Temeroso se dirigió poco a poco hacia la entrada principal de su casa, cada paso que daba parecía que el sonido era más fuerte, mientras tanto, afuera, el viento se estaba calmando.
¡¡¡Por favor, ábra la puerta!!!Hace demasiado frío, tal vez no resista mucho si me quedó aquí afuera- dijo una voz sutil del otro lado.
Estaba acampando cerca con unos amigos, salí a buscar leña, pero me perdí, luego empezó este horrible frío, tengo miedo.- dijo sollozando.
En ese instante al oir esa súplica, abrió la puerta y...vió como una hermosa joven se desvaneció en sus brazos, la llevó hasta la chimenea, la recostó sobre el sillón y encendió nuevamente el fuego. CONTINUARÁ....
Me gustó
ResponderBorrarInteresante en realidad, pero y la continuación que onda, cada abro un libro me gusta aventurarme en el, así que espero el próximo capitulo.
ResponderBorrarme gusta la incertidumbre que genera la narración
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